Tras un parón importante aquí estoy otra vez…

Buenas, queridos tomates!

Hoy escribo sobre el mágico giro de la fortuna que me obligó a orbitar en un mundo nuevo cargado de color y de pelusa. Hoy escribo sobre volver a ser una empleada.

Ex  ‘autojefa’ y nueva acatadora de órdenes ajenas soy. Difícil situación para una oveja rebelde y descarriada y, algo negra también. Pero tampoco me quejo (no del todo ). Que en los tiempos que corren tener un trabajo y encima con contrato es un lujo del que no todo el mundo puede presumir.

El 20 de abril pasado me convertí en empleada a tiempo completo. Madredelamorhermososinpecadoconcebido!!!

Un día y medio de descanso semanal y unas horitas en medio del día para: comer-comprar-limpiar-ordenar-aspirar-regar-fregar-cocinar-pagar las excursiones del cole- y…descansar. No en ese orden

Soy afortunada. Sigo en el mismo rubro que me gusta. Paso el día rodeada de telas bonitas, hilos de colores y cantidades industriales de agujas, alfileres y dedales. Y pelusa también.

He cambiado lo de impartir clases por asesorar a clientas, echo MUCHO de menos a mis chicas, ya no compro telas, ahora las vendo. Los catálogos de artículos de mercería dilatan mis pupilas hasta el punto de reventar y me invaden 25 ideas por segundo que se me ocurren mientras veo tanto material potencial entre mis manos. Ojalá pueda llevarlas todas a cabo.

Me preguntan algunas/os si me volví loca, si me di la cabeza contra la pared o si la pasada gripe me afectó tanto como para dejar un proyecto personal al margen, horarios flexibles, no aguantar a nadie que me diga lo que tengo que hacer…entre más ejemplos y comentarios.

Ni marcianos, ni golpes craneales ni fiebres raras. Simplemente dos cosas: 1) Mis hijos tienen la manía de comer cada día, y ¡encima el lujo de hacerlo hasta 4 o 5 veces en un mismo día! (modo ironía on) y 2) Ser tu propia jefa, administradora, publicista, vendedora, comercial, rascadora de bolsillos y más pasaría y pasó a ser incompatible para mentes poco afines al autocontrol, la autodisciplina y cerebros con muchos, pero muchos pájaros dentro. Resumiendo, necesitaba un descanso y un poco de orden. Eps!, ¡Solo un poco!

No he dejado de coser. No he dejado de inventar, soñar y claro, divagar.

Seguiré con Mamá Tomate siempre que pueda y me quede aire. No abandono la idea de, algún día ser mamá de muchos, pero muchos tomatitos cherries que visten Mamá Tomate pero no creo poder seguir con la producción y venta de mis cosas. Necesitaría una vida extra en un mundo paralelo y de momento eso no será posible.

Pero me apetece seguir haciendo tutoriales, compartir lo que coso para la tienda, para mí, para mis chiquis y lo que aprendo  de mis compañeras del taller y montones de cosas, muchas cosas más!. Coser, coser y coser. Como si no hubiera un mañana.